RESUMEN DE LA OBRA "LAS TRES RATAS"
CAPITULO I - CAPITULO XX
Se trata sobre tres chicas hermanas, que son Carmelina,
la mayor, Eugenia la segunda, y Ana Luisa la menor, salen de Daule para llegar
a la casa de su tía Aurora a Guayaquil.
Una mañana desayunando llegan dos hombres con caras de
investigadores que preguntaban por Eugenia ya que era buscada por el Intendente
policial, ella después de contener las lágrimas decidió ir, sus hermanas la
acompañaron.
Trata sobre la vida de Antonio Parrales, la vida de
Eugenia, Carmelina, Ana Luisa, antes de salir de su ciudad natal el nacimiento
de ellas 3, la amistad de Antonio con Eloy.
Cuando don Antonio Parrales murió Carmelina por ser la
mayor se hizo cargo de la hacienda, Eugenia la ayudaba.
Eugenia tenía una pasión muy inmensa por los caballos,
siempre en las tardes se veía con su gran amor Ernesto Cabo que aunque ella no
le gustaba admitirlo que lo quería un día no pudo más y se lo dijo,. En un
tiempo malo vino la enfermedad un pasto acababa poco a poco con el ganado.
Ernesto le sugirió a Eugenia que fueran donde don Horacio Valladares que él les
podía ayudar las hermanas fueron, el les presto firmando una hoja hipotecando
la hacienda. Un tiempo después las cosas empeoraron y las tres hermanas fueron
desalojadas de su hacienda. Eugenia fue un día a la casa de Horacio y buscó
hasta que encontró lo que buscaba y las llevó, ella le contó a Carmelina, cosa
que a ella no le gustó para nada.
Eugenia seguía encarcelada y la tía Aurora creyó que la
mejor manera para sacarla era devolviendo las joyas que seguro Eugenia tenía,
Ana Luisa va a seguir insistiendo para que le dejen ver a su hermana mientras
que Aurora y Carmelina fueron hacer los trámites necesarios para sacarla en
libertad.
Ana Luisa estuvo con su hermana hablando con el jefe
político, les preguntó lo que había pasado a lo que Eugenia no quiso responder.
Al fin Eugenia salió en libertad llegando a la casa la tía le dijo muchas cosas
que la hicieron sentir mal, ella no encontró otra salida que envenenarse,
llamaron al médico y este le hizo muchos lavados y le dio muchas medicinas.
El doctor conversando con Eugenia de problemas
esenciales, cuando era ya de noche sirviendo la merienda Eugenia salió de la
casa de su tía, buscó trabajo pero nadie se lo dio, ella a gusto muerta de
cansancio se quedo sentada en una vereda donde sus ojos se cerraban poco a poco
de repente un hombre joven la cogió del brazo, le ayudo a levantarse y le dijo
que él le iba a llevar a su casa auque le ofreció también que se fuera con él
Eugenia lo que contestó fue “bueno donde usted quiera” el la llevo a su casa,
este hombre se llamaba Carlos Álvarez. Eugenia se entregó a él, ella no salía
de su casa a más para comprar los alimentos que ella misma preparaba. Un día
decidió salir a dar una vuelta y se encontró con el doctor, quien le contó que
sus hermanas no vivían con la tía, ella cuando llegó a su casa Carlos la
esperaba. Furioso le preguntó más de una vez a donde había estado, ella se fue
de la casa porque él la abofeteo.
Eugenia salió de la casa de Carlos Álvarez, estaba otra
vez en Guayaquil encontrándose con el doctor, este la llevo a casa de sus
hermanas Carmelina había conseguido empleo en el taller de costura de doña
Tarjelia, cuando Eugenia llegó a casa las hermanas se abrazaron mucho cuando
Carmelina iba a su trabajo Eugenia la quiso acompañar, Carmelina se opuso pero
Eugenia insistió tanto que fue doña Tarjelia sin dudar la puso a trabajar, ella
le presentó a Vicente Zanda, él la invitó a comer al otro día fueron las tres
hermanas acompañadas por Francisco Pereira, ellos pasaban hablando del
liberalismo.
Carmelina conversando con Vicente ambos esperado a
Eugenia y a Ana Luisa se decían que Eugenia tenía un carácter incomprensible.
Vicente le dijo a Carmelina porque ella siempre andaba
triste, ella bajo su mirada de repente Carmelina muy pálida no pudo más y
empezó a llorar, Vicente se acercó a ella y la besó, fueron al campo con
Francisco y las dos hermanas que faltaban en la noche fueron a un bar, después
de un rato llegaron unos hombres donde uno de ellos empezó a gritar a manera de
insulto de ahí salió el nombre, para ellas de las tres ratas ya que Carlos
Álvarez habían hablado mal de ellos.
La tía Aurora murió ellas creían que les podría dejar
algo para ellas pero no fue así todo lo donó para obras de beneficencia.
Carmelina sin poder dormir prendió la luz y empezó a
discutir con Ana Luisa, eran las 4:30 de la mañana y Eugenia no llegaba.
Ernesto Carbo había regresado a Guayaquil y ella todavía
queriéndole fue con el donde el quería, después de dos meses cambio todo, él ya
era indiferente con Eugenia, ella se lleno de odio y le dijo que era mejor que
se separaran. Ernesto no se negó Eugenia muerta de celos una tarde, la tarde de
su despedida totalmente ebria la disparó.
Carmelina enfermó gravemente la tuvieron que internar en
el hospital. Eugenia no había muerto. A Carmelina le daban ataques de de
histeria, estaba muy mal. Eugenia estaba reemplazando a Carmelina en su trabajo.
Eugenia una noche salía de su trabajo y se encuentra con
Carlos Álvarez, quien le hizo una propuesta pero siempre se negó. Carlos
Álvarez le dijo a Eugenia que le dejara tener unas mercaderías en su casa y el
le pagaba la venta y ella aceptó.
Habla todo sobre la historia de la vida de Francisco
Pereira, sus amores, su trabajo, él compuso versos, esta edad romántico empezó
temprano.
Carlos Álvarez fue a reclamarle a Eugenia que le estaba
robando porque todos los días, tenía quejas de los compradores de tela, a
Carmelina le dieron de alta en el hospital el doctor Ramírez le confeso a
Eugenia que él la quería pero ella le dijo que eso no podía ser porque como era
ella no lo quería decepcionar.
Carlos Álvarez impaciente esperando que llegara la
embarcación
Dos hombres que la perseguían el intentando huir quiso
correr pero no pudo. Carlos hizo un trato con uno de los hombres que le daba
1.000 sucres a cada uno y lo dejaran, pero uno de ellos no quiso, lo golpearon
feo a Carlos y al final lo capturaron. Carlos Álvarez empezó a pensar quien lo
había traicionado.
Eugenia no sabía si denunciar a Carlos Álvarez estaba
bien o no. Ella después decidió ir a hablar con el doctor Ramírez a le contó
entre llantos que estaba embarazada, pero no sabía si tener a su hijo o no,
pero Eugenia decidió que lo iba a tener lejos donde nadie supiera nada de su
vida.
Eugenia vendía las telas que le daban en casa dándole una
parte a Ana Luisa y a Carmelina y le contó lo del embarazo a Carmelina.
Eugenia quiso regresar a trabajar al taller de costura
pero el doctor Ramírez le advirtió que sería mal para el niño por el movimiento
de las piernas en el pedal.
Eugenia fue entonces a buscar trabajo, pero nadie le dio,
cuando ella se iba a sus espaldas decían cosas horribles de ella ya que tenía
muy mala reputación, entonces una mañana decidió ir a la oficina del gobernador
para pedirle trabajo, pero no se lo dio por lo que hablaban de ella, frente a
la casa de las hermanas siempre se paraba una viejita, un día llamó a Eugenia y
le hizo una propuesta a la que ella se negó pero después sin pensar lo acepto.
Cuando Eugenia vio a un señor de casimir negro, elegante,
un poco gordito se quedó atontada, el señor la invitó a tomar licor, la tomó
las manos, cuando quiso decirle palabras de amor fracasó, ella rió, el hombre
la abrazó, Eugencia empezó a reír y él le pregunto la causa, ella se puso seria
y también lo abrazó.
Carmelina y Ana Luisa discutían vivamente, Ana Luisa le
reprochaba a Carmelina que nunca había tenido novio, entonces Carmelina se puso
furiosa y comenzó a sermonear a su hermana, le decía que ella necesitaba de
marido y que por culpa de ella y Eugenia las llamaban las 3 ratas, que ella era
una persona decente, de repente cayó al suelo, parecía que iba a morir, cuando
ya se compuso, hacía lo posible por no dirigirle la palabra a Ana Luisa. Un día
paso algo raro que ayudó a que volviera la calma en la casa.
Cuando Carmelina llegó de trabajar, se encontró a Ana
Lusa esperándola y esta última le contó que su hermana Eugenia estaba grave y
parecía que iba a morir, cuando entró al cuarto estaba el doctor Ramírez
atendiéndola y Eugenia no quería perder a su hijo, cuando ya paso todo, Eugenia
le comenzó a contar la historia que había tenido con don Gregorio, Ana Luisa
fue a entrevistarse con el señor, lo convenció de firmar un cheque cuando le
contó lo que había pasado a Eugenia, el hombre le entregó el cheque a Ana Luisa
y ella regresó a casa gritando de alegría por el cheque de 600 sucres que había
conseguido sacarle al señor.
Cuando Francisco Pereira llegó a buscar a Ana Luisa, le
habló fríamente como si todo se fuere a acabar entre los dos, surgió una leve
discusión y a Ana Luisa se le ocurrió casarse, cuando ya decidieron eso e irse
a vivir a Manabí, las tres hermanas se reunieron y comentaron que la familia se
comenzaba a disolver, cada quien por su lado.
Semanas después de que Ana Luisa se marchó, Eugenia también
se preparaba para irse de la casa, en eso resolvió dejar una carta a su hermana
Carmelina.
Cuando ya partió llegó a las 5 de la tarde a las lanchas
donde se embarcó y comenzó a recordar los pedazos de su vida, en una imagen vió
cuando era niña, buscando hacerse ya una mujer y así fue recordando.
Cuando Carmelina encontró la carta, lo leyó 2 y 3 veces
se comenzó a desesperar porque se había quedado sola, sintió frío y quería que
Eugenia volviera, se preparó un café y pensó todo lo que su hermana le había
hecho pasar, pensó la perdonaría con tal de que estuviera aquí, al otro día
salio al trabajo y en la puerta había escrito Ratas y ella comenzó a borrar.
FIN